"No podría estar en mejores manos"


-Primer Ministro- le dijo a Mrs. Margaret Hilda Thatcher, vestida casi como una princesa-, me gustaría presentarle al capitán James Bond, que es el responsable de la seguridad del Steward's Metting.
La primer ministro sonrió y le dió un firme apretón de mano a Bond.
-es un placer volver a verlo y enhorabuena por su ascenso. Se volvió para Walmsley.- El capitán Bond y yo ya somos viejos amigos -dijo- No podría tener mejor protección, no creo que sea de conocimiento general que el capitán Bond fue un elemento fundamental en salvar no solo mi vida como la del ex-presidente Reagan hace algún tiempo. -Después, dirigiéndose de nuevo a Bond: -No podía estar en mejores manos. Haga que nos dejen solos durante cuatro días enteros, capitán Bond. Precisamos de cada minuto para cumplir una agenda muy dificel. Y se trata de una agenda extremadamente dura e importante. Tengo la seguridad de que ya sabe.
-Si, Primer Ministro. haré todo lo que me sea posible. Si su staff precisa de alguna cosa, deben entrat en contacto conmigo personalmente.
-Es muy amable pr su parte, capitán  Bond- y, con su mejor sonrisa electoral, la primer- ministro del  Reino Unido se marchó al frente de su comitiva.

Este párrafo narra el encuentro de la ex-primer-ministra británica Margaret Thatcher, fallecida esta semana, con James Bond a bordo del portaviones HMS Invencible en la trama de la novela de John Gardner Vencer, Perder o Morir (Win, Lose or Die) de 1989.


En el film Solo para sus ojos (1981) Tanner, sir Frederick y Q planeaban felicitar a 007 junto a la Primer Ministro Margaret Thatcher (Janet Brown). Mientras la primer ministro (en delantal) se empeña en felicitar personalmente al espía, y en evitar que su esposo (John Wells) pique entre comidas, 007 (Roger Moore) usa el loro para responder a los parabienes oficiales mientras tiene, con Melina, un momento de romance junto al mar.


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